Infancia
Steven Paul Jobs, más conocido como Steve Jobs, nació un 24 de febrero de 1955. Sus padres biológicos fueron Joanne Carole Schieble y Abdulfattah Jandali (de origen sirio), quienes lo dieron en adopción después de su nacimiento. Al parecer decidieron la adopción por ser dos jóvenes estudiantes universitarios que no estaban casados por aquel tiempo, algo que no se veía bien en la sociedad puritana de su época (aunque más tarde llegaron a estar casadas durante unos años dando a luz a Mona Simpson, hermana biológica de Steve).
Joanne buscaba un matrimonio con cierto nivel y con estudios superiores pero lo único que encontró fue un matrimonio de clase media-baja de la bahía de San Francisco. El matrimonio que acogió a Steve fueron Paul y Clara Jobs quienes llegaron a adoptar una segunda hija llamada Patty en 1958. Aunque en un principio Joanne fue reticente a esta adopción, finalmente consintió bajo la promesa de la nueva pareja de que darían estudios superiores a su hijo.
Paul Jobs trabajaba como maquinista, aunque su hobbie consistía en reparar coches, la idea es que, como más tarde dijo Steve, a su padre adoptivo le encantaba hacer cosas con las manos y es algo que el joven copió en las primeras etapas de su vida como luego veremos. Clara en cambio era contable y su verdadero nombre era Hagopian porque era de origen armenio. Ambos murieron hace unos años y son los únicos padres que Steve Jobs reconoció como tales, negando ese derecho a sus progenitores reales con los que nunca llegó a tener una buena relación. No es así en el caso de Mona Simpson, con la que ha mantenido una relación cordial desde que la conoció, ya en la edad adulta.
Aunque durante su infancia vivieron en la ciudad de San Francisco, a la edad de 6 años la familia se decidió trasladar a Mountain View (donde actualmente están los cuarteles generales de Google) en un momento en que empezaban a aparecer en aquella zona multitud de empresas dedicadas a la electrónica, un área que acabaría convirtiéndose en el área de Silicon Valley.
Juventud
Durante su juventud, Steve Jobs asistió a las escuelas Cupertino Junio High School y aHomestead High School en Cupertino, Cailfornia, ciudad que más tarde se convertiría en sinónimo de Apple. Luego del horario escolar, él solía asistir a conferencias y clases enHewlett-Packard Company, en Palo Alto, también en California. Tiempo más tarde consiguió un trabajo de verano en esta empresa, donde conoció a otro personaje emblemático de la tecnología y de la famosa manzana: Steve Wozniak.
En 1972, Jobs se graduó de la escuela superior y comenzó a cursar estudios en Reed College, en Portland, Oregon. Como muchos de nosotros conocemos gracias a su famosa conferencia en la Universidad de Stanford, Jobs abandonó estos estudios luego de un semestre pero siguió asistiendo como oyente a aquellas clases que consideraba interesantes, por curiosidad y por amor al aprendizaje. Durante esos años, los que él llamó algunos de los años más maravillosos y apasionantes de su vida, Jobs dormía en el piso de las habitaciones de sus amigos, juntaba tapas de botellas de refrescos para cambiarlas por dinero, y asistía al templo Hare Krishna una vez a la semana para poder tener una comida decente. En adición, es en este momento cuando conoce la caligrafía (gracias a una de las clases a las que asistió por curiosidad), un elemento, una característica que años después se traduciría en un pilar estético y en una marca distintiva de Apple.
Más tarde, en el otoño de 1974, Steve Jobs volvió a California donde comenzó a juntarse con Wozniak en las reuniones de Homebrew Computer Club, y en este momento también aceptó un trabajo como técnico en Atari (la popular compañía de video juegos) con un objetivo en mente: ahorra dinero y viajar a un retiro espiritual en la India, algo que finalmente logró. No se conocen demasiados detalles sobre esta etapa de su vida, sin embargo, es posible decir que se convirtió al budismo, que experimentó con LSD, y que describió esta etapa como uno de las dos o tres cosas más importantes que jamás hizo.
Fundación y Expansión de Apple
El año 1976 es clave, no sólo para Steve Jobs sino también para Apple, más particularmente porque en este momento nació la compañía de la manzana. Dicho de otro modo, en el garaje de una casa, Jobs, Wozniak, y Ronald Wayne, fundaron Apple. Más tarde, recibieron financiación por parte de Mike Markkula pero lo importante de este momento fue la creación y el lanzamiento de Apple I, la primera verdadera computadora hogareña. Jobs comenzó a mostrarse como líder desde aquel entonces: empujo el desarrollo de los equipos Mac y entendió hacia donde debía ir el futuro. Es decir, ya desde esta temprana etapa de la compañía, Steve Jobs se mostró como un gran líder y visionario, algo que, inesperadamente, tendría un impacto negativo.
Hacia 1978, Apple estaba expandiéndose y necesitaba de más personas, de más profesionales capacitados que asuman diferentes roles para su funcionamiento. A partir de este momento, se contrató personal y entre estas personas es posible destacar a Mike Scott de National Semiconductors, quien asumió el rol de CEO en algunos de los años más difíciles de la empresa. Más tarde, en 1983, Steve convenció a John Sculley para que abandone Pepsi-Cola y se una a Apple. Sobre esto, es inevitable recordar la siguiente frase que se le atribuye a Jobs:
“¿Quieres vender agua azucarada por el resto de tu vida o quieres venir conmigo y cambiar el mundo?”
Para muchos, los siguientes años de Apple fueron maravillosos: se lanzó la famosa publicidad del Super Bowl titulada “1984” y Steve presentó el Macintosh a un público tremendamente exaltado y entusiasta. Este fue el primer pequeño ordenador con interfaz gráfica que tuvo éxito comercial. Ahora bien, como adelanté hace instantes, para muchos estos años de Apple fueron maravillosos pero no lo serían del todo para Steve Jobs. Descrito por algunos como una persuasivo y carismático director, para otros empleados Jobs era un manager temperamental y errático. Con el tiempo, hacia finales de 1984, la relación entre Jobs y Sculley se deterioró, y a finales de mayo de 1985 (luego de una lucha de poderes internos, de una estrategia por conseguir aliados y seguidores) Sculley despidió a Jobs. En simple español, el fundador de Apple fue echado de la compañía que él creó. Muchísimos años más tarde, en una mezcla de reflexiones que fusionaban optimismo y un análisis de su trayectoria, Jobs confesó que haber sido despedido de su compañía fue lo mejor que podría haberle sucedido. Algunos recordarán la siguiente frase también presente en el discurso de Stanford:
“La pesadez de ser exitoso fue reemplazada por la liviandad de ser un principiante otra vez, menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida.”
Valga aclarar que esto no fue el discurso de una persona orgullosa, intentando esconder la vergüenza y el fracaso sino todo lo contrario: como veremos a continuación, a partir de este momento, Jobs entró en uno de los periodos más creativos de su vida.
Nacimiento de NeXT y Pixar
En ocasiones anteriores en AppleWeblog hemos hablado sobre NeXT y Pixar, sin embargo, siempre es bueno volver y refrescar la memoria. Luego de su forzada partida de Apple, Steve Jobs fundó NeXT Computer, otra compañía de informática, tal vez un poco menos accesible o más apuntada a profesionales, a científicos y académicos, y no al “usuario común”. Aún así, NeXT le permitió a Jobs desarrollar y experimentar con con nuevas tecnologías, algunas que sembraron semillas de lo que vendría, de la tecnología que en algunos casos es estándar.
Los que hemos leído o visto entrevistas a Steve Jobs, sabemos que fue un hombre obsesivo y un buscador de la perfección estética y funcional. Esto fue muy apreciable en NeXT y, con el tiempo, la compañía pasó a ser una empresa centrada en el desarrollo de software. Un claro ejemplo de ello fue el lanzamiento de NeXTSTEP. Sobre esto, me parece prudente citar a nuestro compañero Dani, quien meses atrás proponía que NeXT y NeXTSTEP influenciaron directamente a Apple y a Mac OS X:
“Las principales innovaciones que introdujo este nuevo sistema operativo fue el uso de Objective-C como lenguaje de programación, así como que fuera un sistema operativo orientado a objetos, lo que facilitaba enormemente la labor de desarrollar aplicaciones en este entorno, simplificando muchas tareas del programador. Tampoco podemos olvidar su gran motor gráfico, muy por delante del resto de máquinas de su tiempo. Tanto fue el éxito que cosechó este sistema operativo que en 1993 NeXT canceló su división de hardware para centrarse exclusivamente en comercializar el software.”
Por otro lado, también cabe señalar que en 1986, Steve Jobs adquirió una compañía llamada The Graphics Group. Originalmente de la división de gráficos por computadora de Lucasfilm’s, ésta fue comprada por 10 millones de dólares, con 5 millones invertidos como capital, y fue luego trasladada de San Rafael a Emeryville, ambas en California. La intención de esta empresa era convertirse en un desarrollador de hardware de alta tecnología para gráficos pero, tras un par de años de ventas poco rentables, The Graphics Group, mejor conocida como Pixar, fue contratada por Disney para producir una serie de películas basadas en animación por computadora (todas ellas co-finanziadas y distribuidas por la compañía del ratón Mickey).
Fue así como, probablemente sin saberlo de antemano o sin saberlo del todo, Steve Jobs marcó un momento en la historia del cine: en 1995 se lanzó Toy Story, aclamada por el público y la crítica, y en los próximos 15 años se lanzaron otros famosos títulos como A Bug’s Life en 1998, Monsters, Inc. en 2001, Finding Nemo en 2003, WALL-E en 2008, y Up en 2009 (entre muchas otras más). Además, cabe destacar que muchas de éstas recibieron Premios de la Academia en la categoría de animación. Entonces, para resumir: Steve no sólo revolucionó el mundo de la informática y de los ordenadores sino que además marcó un antes y un después en el universo del cine y de la animación.
Vuelta a Apple
Existe un refrán o un dicho popular (¿o era acaso una canción de Tango?) que afirma que siempre se vuelve al primer amor. No creo que esto sea realmente así pero el caso de Steve Jobs parece ser, de algún modo, un ejemplo de ello. Otros dirán que tiene que ver con “las vueltas de la vida” y con el karma, y cualquiera fuere el caso, la situación fue básicamente la siguiente: en 1996 Apple anunció que compraría a NeXT por $429 millones de dólares. Apple compró NeXT. Steve Jobs volvió a ser parte de Apple.
Con el tiempo, y hacia septiembre de 1997, Jobs fue nombrado CEO temporal de Apple, y en 1998, determinado a devolverle la rentabilidad a la compañía de Cupertino, decidió acabar con una serie de proyectos como Newton, Cyberdog, y OpenDoc. Estrechamente relacionado con esto, algunas anécdotas comentan que en los meses posteriores los empleados temían cruzarse con Steve en los pasillos y en el elevador por miedo a ser despedidos. Dejando lo anecdótico y, tal vez, lo humorístico de lado, la vuelta de Jobs y el lanzamiento del iMac y de otros productos, fue sinónimo de un incrementó significativo en las ventas de Apple. Cabe señalar, por otro lado, que no fue hasta el año 2000 que Jobs dejó de lado el título “temporal” y se convirtió oficialmente en CEO de la compañía de Cupertino.
Años Recientes y Actualidad
Poco hay por decir que desconozcamos sobre Apple en los últimos años: Steve Jobs la llevó adelante con gran determinación y visión, y su liderazgo como CEO fue sinónimo de grandes éxitos. Dicho de otro modo, a partir de este momento, manteniendo la funcionalidad y la estética como pilares, Apple creció enormemente. No sólo se perfeccionaron equipos como el iMac y se repensaron los portátiles como los Macbook y el MacBook Air, sino que ademásderribaron paradigmas y se reestructuró al mundo y a la forma en que consumimos información y contenidos digitales, gracias a dispositivos como el iPad, el iPhone, y el iPad. Dicho de otro modo, con el lanzamiento del iPod y con la presentación de la tienda musical de iTunes, Steve Jobs y Apple lograron revolucionar (y revivir) a la industria musical, inestable a partir de conflictos como el famoso caso de Napster. Aplicando esta misma idea, esta misma fórmula, Apple logró impulsar el mundo del desarrollo y del software gracias a la introducción del iPod Touch, del iPhone, del iPad, y de la App Store. Dicho de otro modo, el mundo que hoy conocemos, multi-táctil, de dispositivos móviles y de tablets, es en gran medida gracias a él.
En cuanto a su vida personal, y probablemente la razón que me tiene a mi escribiendo y a ustedes leyendo, recordarán que Steve Jobs fue diagnosticado con cáncer de páncreas. Originalmente, una sentencia de muerte inmediata, tras una serie de estudios médicos se descubrió que era un tipo de cáncer muy raro que podía ser operado. Se llevó adelante esta cirugía y Steve “volvió a nacer”. Ahora bien, su condición de salud a partir de este momento se caracterizó por ser inestable e incierta: desde este momento y en un par de ocasiones, Jobs debió dar un paso al costado y tomarse licencia médica para poder darle un descanso a su cuerpo. Estrechamente relacionado con esto, el pasado mes de agosto, Jobs presentó surenuncia como CEO de Apple, Tim Cook tomó su lugar, y él mantuvo el puesto de presidente de la Junta de Directores.
Las últimas 48 horas han sido realmente caóticas y abrumadoras. Como muchos sabrán, el día de ayer la compañía con base en Cupertino anunció, entre otras cosas, el lanzamiento del iPhone 4S, del servicio iCloud, y de iOS 5. Un día más tarde, su sitio web publicó la imagen de Steve, revelando que el padre de Apple ha muerto. Un golpe inesperado para todo el mundo.
Es prácticamente imposible medir la influencia de Steve Jobs y de su muerte, es imposible predecir cómo afectará al mundo, pero decir que será una enorme ausencia es una certeza. Al enterarme de esta noticia inmediatamente pensé “¿qué será del futuro de Apple ahora?” pero luego, tras hablar por teléfono con un amigo, entendí algo más: ¿qué será de la tecnología, del mundo entero ahora? Suena exagerado, lo sé, pero me cuesta pensar en otros hombres en el mismo rubro, en el mismo área de trabajo, con la misma visión, con el mismo talento, y con la misma capacidad. Y, en este mar de pensamiento confusos, a medida que busco acomodar mis ideas y mis sentimientos, escucho el cooler de mi MacBook y a mi iPhone vibrar. Steve Jobs no murió y jamás lo hará, vive eternamente en cada uno de nuestros equipos y dispositivos.
Cuando las palabras son tantas pero nunca tan precisas y abarcadoras, sólo resta decir “gracias”. Gracias Steve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario